La lucha contra el arsénico en Bangladesh
El agua es tan necesaria para la vida que es imposible sobrevivir sin ella más de unos días. Sin embargo, cuando el agua no es potable, su consumo puede acarrear graves problemas de salud y frenar el desarrollo de comunidades y países enteros. La población de Bangladesh lleva varias décadas sufriendo por la intoxicación producida por el arsénico presente en sus pozos. UNICEF trabaja para poner fin a este terrible problema
Cuando hace varias décadas el Gobierno de Bangladesh inició
junto a varias organizaciones internacionales y empresas privadas
un esperanzador proyecto de canalización de aguas
subterráneas en el país, nadie imaginaba las consecuencias
que esta medida podría tener en este país del sur de Asia. La
canalización del agua ha sido a lo largo de la historia un elemento
clave en el desarrollo humano en muchos lugares del mundo, ya que
facilita el aporte de agua potable a un gran porcentaje de la
población y evita las enfermedades producidas por las bacterias del
agua de superficie. La extracción de agua de pozos subterráneos se
perfilaba entonces como la mejor solución que tenía el país para
acabar con la terrible amenaza de las enfermedades diarreicas.
Sin embargo, Bangladesh es un país diferente a
muchos donde la explotación de aguas subterráneas había sido un
éxito: su subsuelo es muy rico en arsénico, un elemento que
contamina las aguas causando graves intoxicaciones a quienes las
consumen durante largos periodos.
El proyecto del Gobierno de Bangladesh tenía como objetivo
frenar la incidencia de las enfermedades diarreicas provocadas por
el consumo de agua de ríos y lagunas. Estas enfermedades afectaban
a gran parte de la población (especialmente a los niños) causando
grandes pérdidas humanas y económicas y frenando el desarrollo de
las comunidades. No fue hasta la década de 1990 cuando se hizo
patente que este agua contenía altos niveles de arsénico. Fue
entonces cuando empezaron a manifestarse los primeros casos de
arsenicosis (intoxicación por arsénico), un conjunto de problemas
de salud graves que tardan varios años en manifestarse.
Acción de UNICEF
En Bangladesh hay actualmente millones de personas que están
consumiendo agua contaminada con niveles de arsénico superiores a
los aceptables. Aunque el problema de las aguas
contaminadas por arsénico se da también en otros paíseshay varios factores que hacen de Bangladesh un caso especial:
- Es uno de los países con mayor densidad de población del
mundo - Casi el 90% de la población consume agua de pozos.
- Más del 80% de los pozos perforados son privados, y el número
de pozos excavados por particulares aumenta cada día, más allá del
control de las autoridades sanitarias.
Desde que se hizo patente la gravedad del problema UNICEF ha
colaborado estrechamente con el Gobierno de Bangladesh y con otras
organizaciones de desarrollo para afrontar esta situación:
- Se han analizado 5 millones de pozos y se han marcado en verde
si son seguros o en rojo si no lo son. - Respecto a los pozos particulares (más del 80% del total), se
están realizando campañas de sensibilización para advertir a la
población sobre los riesgos del arsénico y sobre las alternativas
seguras. - UNICEF ha apoyado al Gobierno para que lleve a cabo un proyecto
de investigación, instalando unas 6.000 unidades alternativas para
obtener agua potable, lo que supuso una importante experiencia con
tecnologías alternativas como:- filtros de arena para estanques y ríos
- recogida de agua de lluvia
- pozos cavados
- filtros específicos para arsénico
- purificadores de agua “Chulli” (utilizan el calor de los hornos
locales para desinfectar el agua de superficie)
- UNICEF apoya a las comunidades en el desarrollo de tecnologías
sencillas para separar el arsénico (filtros caseros y una planta
depuradora pequeña para la comunidad)que además han pasado
estrictos procesos de certificación. UNICEF ha ayudado en el
desarrollo de estas tecnologías a gran escala para probar su
viabilidad social y económica bajo condiciones de la vida
real. - Desde finales de los 90 hasta hoy en día, se han instalado más
de 120.000 puntos de agua seguros, de las cuales unas 25.000 (más
del 20%) están apoyadas por UNICEF.
Los resultados de estas acciones ya son visibles y el número de
casos de arsenicosis en la actualidad no ha alcanzado las cifras
previstas en los 90. Los progresos son evidentes en el día
a día de la población: en los años 90 menos del 5% de las
mujeres en zonas rurales conocía los problemas del consumo de agua
contaminada con arsénico, en la actualidad más del 85% conoce los
riesgos de la intoxicación por arsénico y las alternativas
seguras.
El trabajo continúa
El Gobierno de Bangladesh y UNICEF tienen actualmente una
asociación apoyada por el Departamento Británico para el Desarrollo
Internacional. Este proyecto tiene como objetivo la puesta en
marcha del mayor programa de cambio en comportamientos de higiene
del mundo. El programa beneficiará a 30 millones de personas
(actualmente ya ha llegado a 20 millones) y la acción frente al
problema del arsénico es el tema prioritario.
Como resultado, todas las comunidades parte del
programa estarán equipadas con los conocimientos y técnicas para
evitar la contaminación por arsénico. Además, los 20.500 nuevos
puntos de agua (libres de arsénico) instalados bajo este proyecto
estarán destinados a las áreas más afectadas por el arsénico,
beneficiando a más de 2 millones de personas.
El problema de la contaminación por arsénico del agua de
Bangladesh no va a desaparecer nunca, porque es algo que forma
parte de las características geológicas de la región. Por eso, para
UNICEF es tan importante que el tema se trate de manera realista y
eficaz, dando a las personas afectadas información que les proteja
de la posible intoxicación y que les permita aprender a vivir con
el arsénico de una manera segura.