La malnutrición infantil: más allá del hambre
La malnutrición es un problema mundial que va más allá del impacto mediático de la palabra hambre. Muchos niños y niñas que no se han visto nunca afectados por una hambruna están malnutridos. Las dietas pobres en nutrientes, la falta continuada de unos mínimos energéticos para afrontar su crecimiento y su día a día y enfermedades que dificultan la absorción de vitaminas y minerales son los responsables de 1 de cada 3 muertes infantiles en el mundo. Quienes sobreviven, a menudo lo hacen con secuelas que limitarán toda su vida y también la de sus hijos
A veces se dice, en sentido figurado, que la malnutrición es
casi una enfermedad hereditaria. Realmente no se transmite a través
de nuestros genes, pero tiene un impacto tan dramático en
el desarrollo de una persona, que consigue saltar
generaciones y perpetuar el ciclo de malnutrición,
enfermedad y pobreza de padres a hijos.
Los niños y niñas que crecen con limitaciones nutricionalespueden desarrollar problemas físicos por déficit de
vitaminas y minerales y experimentan retrasos en su aprendizaje y
desarrollo cognitivo. Esto afecta de por vida a su
potencial de desarrollo y el de sus hijos.
En pleno siglo XXI la malnutrición condena a comunidades
enteras a una dramática reducción del potencial humano. Lo
hace al impedir a niños y niñas ir a la escuela y aprender, al
debilitar sus cuerpos y hacerlos más vulnerables a enfermedades, al
obligarles a trabajar para sobrevivir y al condenarlos a la
exclusión. Estos niños sin opciones se convierten en
adultos sin opciones, que a su vez encuentran grandes
dificultades para hacer progresar a sus propios hijos.
¿Qué hace UNICEF para frenar este problema?
Una nutrición adecuada da a cada niño el mejor comienzo en
la vida. UNICEF trabaja desde hace más de 60 años en
programas de nutrición orientados a ver cumplido el
derecho de todos los niños y niñas a una nutrición adecuada.
El compromiso de UNICEF es mantener la cobertura existente y
extender sus intervenciones nutricionales en las áreas de:
- Alimentación infantil y de los bebés: los dos
primeros años de vida son críticos para un correcto desarrollo
físico y cognitivo. Fomentar una adecuada nutrición en esta etapa
no sería posible sin atender las necesidades nutricionales de las
madres y sin favorecer el apoyo a la lactancia materna.
-
Micronutrientes:el yodo, el hierro o la vitamina A son algunos de los
micronutrientes esenciales para la salud que a veces faltan en las
dietas de muchos niños y niñas. Tanto las circunstancias
ambientales como la falta de acceso a determinados alimentos o los
escasos conocimientos sobre nutrición de muchas familias, llevan a
UNICEF a impulsar campañas educativas y de refuerzo alimentario, en
colaboración con gobiernos y autoridades locales.
- Seguridad alimentaria en emergencias: la
malnutrición aumenta dramáticamente y es más mortífera en
emergencias. La mayoría de los niños no mueren por los conflictos o
los desastres naturales en sí, sino a consecuencia de la escasez de
alimentos y a la falta de agua potable, de atención médica y
de servicios de saneamiento e higiene. UNICEF trabaja para hacer
llegar estos suministros vitales a las poblaciones en peligro con
la mayor rapidez y eficacia posible.
- Nutrición y el VIH/SIDA: la acción de UNICEF
en esta área se centra en la prevención de la transmisión del VIH
de madres a hijos a través de la lactancia, a través de diversas
estrategias que permitan garantizar la mejor nutrición de los bebés
con el mínimo riesgo de infección.