Distribuir suministros y proteger las vidas de los jóvenes supervivientes del terremoto en Haití
El desastre ha tenido una doble repercusión más allá de su saldo de víctimas mortales, heridos y desaparecidos: ha arrasado los medios de subsistencia de cientos de miles de haitianos y ha paralizado prácticamente todos los servicios esenciales y la infraestructura necesaria para la distribución de ayuda. UNICEF ha reforzado sus operativos de logística y distribución para que los suministros lleguen a pesar de las dificultades
Los dos mayores desafíos de UNICEF son evitar parones en el
suministro y la distribución de ayuda, y la coordinación entre los
diferentes actores humanitarios sobre el terreno para que todos
aquellos que lo necesitan reciban ayuda.
Distribución de agua
Junto con sus aliados, UNICEF aborda los obstáculos logísticos.
La distribución de agua potable, alimentos, botiquines de higiene y
de otras provisiones vitales para la población desplazada ha
mejorado mucho desde las primeras horas tras el terremoto. «Estamos
desplegando nuestros efectivos para abarcar toda la ciudad», dijo
Julien Atchade, Especialista de Agua y Saneamiento de UNICEF. «Hay
algunas intervenciones prioritarias: orfanatos, clínicas de salud y
algunos otros puntos estratégicos. Y ciertamente los campamentos
principales, donde tenemos ya 72 puntos de distribución de agua».
Debido a que los más jóvenes son los más vulnerables, UNICEF
también contribuye a proporcionar nutrición a los niños menores de
dos años de edad. Ya está en marcha la provisión de alimentación
terapéutica y suplementaria para niños desnutridos.
Los menores no acompañados
UNICEF y sus asociados se concentran, además, en prestar
asistencia a los niños que se han perdido o que han quedado
huérfanos o separados de sus familias. Ya hay disponibles espacios
seguros para todos los niños y niñas de hasta cinco años de
edad.
El seguimiento y registro de los niños no acompañados se lleva a
cabo de manera prioritaria. Es fundamental que se reúnan con sus
familias o con otros cuidadores a quienes conozcan. Las
instalaciones existentes para estos niños se encuentran al límite
de sus capacidades. «Seguimos teniendo problemas con la búsqueda de
alimentos, medicamentos y pañales para los niños», dijo Edith
Salomé, cuidadora de un orfanato en Puerto Príncipe. «Y estamos
aquí un poco apretados, porque antes teníamos una casa grande. Pero
la casa se derrumbó. Así que ahora estamos viviendo en dos
habitaciones pequeñas».
Envíos aéreos en marcha
Mientras tanto, los suministros siguen llegando del exterior del
país por vía aérea y por tierra. Varios aviones con
suministros de UNICEF han logrado aterrizar en Puerto Príncipe
y República Dominicana en las últimas semanas. Algunos han sido
fletados gracias a la colaboración de instituciones como la Agencia
Española de Cooperación Internacional (AECID) o empresas como las
aerolíneas Thomas Cook y British Airways o UPS.
Por supuesto, para aquellos que lo han perdido todo nunca es
demasiado pronto para recibir ayuda.
[]