Hacia los Objetivos del Milenio: educación e igualdad de género
Bajo el título Generando empoderamiento: Educación e Igualdad, Senegal acoge una conferencia internacional sobre educación e igualdad de género en la que el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, ha asegurado que, si no se actúa de manera conjunta e inmediata, en 2015 habrá 56 millones de niños privados del derecho a la educación.
Organizada por la Iniciativa de Naciones Unidas para
la Educación de las Niñas (UNGEI, por sus siglas en inglés),
que este año celebra su décimo aniversario de vida, el propósito de
la conferencia es hallar nuevas fórmulas para prevenir que 56
millones de niños, en su mayoría niñas, no vayan a la escuela y,
por tanto, se vean obligados a renunciar a un futuro mejor. Las
medidas pasan por incrementar la captación de fondos
internacionales destinados a la educación y la lucha contra la
desigualdad de género, así como por instar a los gobiernos a que
introduzcan cambios positivos en sus políticas educativas
nacionales.
Durante la última década se han registrado notables avances en
materia de educación infantil. Desde 1999, el número de niños sin
escolarizar disminuyó en 33 millones en todo el mundo, al tiempo
que aumentó el de quienes consiguieron terminar sus estudios
primarios, según los datos del Informe de Seguimiento de la
Educación para Todos en el Mundo 2010 de la UNESCO.
En los países del África subsahariana, la escolarización creció
a un ritmo cinco veces más rápido que en la década de 1990.
Mientras, en Asia meridional y occidental el número de niños que no
iban al colegio se redujo en más de la mitad, debido en parte a las
medidas adoptadas para fomentar la escolarización de las niñas. Tan
sólo entre 2001 y 2003, el número de niños privados de educación en
India cayó en unos 15 millones.
La disparidad entre los niños y las niñas también se redujo. En
el lapso de una sola generación de alumnos de primaria, en Senegal
se pasó de una proporción de 85 niñas por cada 100 varones
escolarizados a una paridad total entre ambos sexos.
No obstante, aún quedan 72 millones de niños sin escolarizar. La
desaceleración del crecimiento económico, unida al aumento de la
pobreza y a las presiones que se ejercen sobre los presupuestos de
los países, podrían ralentizar o anular los progresos en educación
logrados la pasada década.
Muchos países no sólo no cumplieron en 2005 la meta fijada para
entonces por los Objetivos de Desarrollo del Milenio de eliminar
las desigualdades entre los sexos en la enseñanza primaria y
secundaria, sino que parece poco probable que lo vayan a conseguir
en 2015. En términos económicos, habría que invertir 16.000
millones de dólares adicionales cada año a partir de ahora.
Las niñas, las más afectadas
Con frecuencia, las niñas no asisten a la escuela debido a
la pobreza, la violencia, los problemas sanitarios y el cambio
climático. También permanecen alejadas de las aulas debido a la
deficiente calidad de la educación. Varios estudios han demostrado
que las menores que acceden a una educación se convierten, con el
paso del tiempo, en agentes de cambio que benefician a sus
familias, a sus comunidades y a la economía. Cuando se posibilita
que las niñas desarrollen plenamente su potencial, brindándoles una
educación de calidad, se obtiene una herramienta eficaz para la
lucha contra la pobreza y las enfermedades y para propiciar el
desarrollo económico.
Sin embargo, no es suficiente. “La educación, por sí sola,
no genera autonomía. Los países pueden alcanzar una gran igualdad
de género en materia educativa, sin que esto se refleje en una
participación más activa de la mujer en los distintos niveles de la
sociedad», afirmó Anthony Lake.
Por ello, llamó a fomentar la plena participación, asegurándose
de que las niñas se vinculen a redes sociales de apoyo que les
ayuden a permanecer en la escuela y motivándoles a participar
activamente en las decisiones que afectan a sus vidas. «Ha llegado
el momento de actuar con mayor celeridad y de mirar más allá de la
igualdad de género para desarrollar un programa más amplio. Para
eso estamos aquí», concluyó el Director Ejecutivo de UNICEF.