UNICEF e IKEA iluminan la vida de miles de niños en India

La vida de Mantasha, una adolescente india, cambió radicalmente hace cinco meses. Hasta entonces trabajaba de sol a sol y nunca había pisado una escuela. Ya por la noche, en su casa, le faltaban las fuerzas y la luz eléctrica para ponerse a dibujar, a leer, a estudiar? Ahora va a un colegio especial y dispone de una lámpara solar gracias a una iniciativa de UNICEF e IKEA que ha beneficiado ya a más de 100.000 niños en India.

Cuando Mantasha tenía 13 años, su madre le puso a trabajar en
casa de una familia rica prometiéndole que, si se esforzaba mucho,
iría a una escuela y se casaría. Pero la realidad fue mucho más
cruda: no sólo no le pagaron nada por sus tareas domésticas, sino
que le dejaban las migajas para comer, trabajaba hasta incluso
pasada la medianoche y fue golpeada con un rodillo de amasar.

Ahora lleva una vida completamente distinta. Acogiéndose a un
programa que el Gobierno indio lanzó en 2004 para garantizar una
educación de calidad a niñas de comunidades rurales donde funciona
un sistema de castas, Mantasha se matriculó en una escuela
especial. Sólo en 2009 un total de 37.000 niñas fueron
escolarizadas en India.

“Mis padres me trajeron aquí para estudiar. Dicen que si estudio
voy a tener una vida mejor», asegura Mantasha, cuyo sueño es
convertirse en médico. «La tradición es que las chicas no estudien.
Esa es la mentalidad. Son consideradas como máquinas, que trabajan
en el campo, hacen la comida y lavan la ropa. Nuestra escuela les
brinda una oportunidad para abandonar ese ciclo de la pobreza, les
da confianza», considera Juhi Kishore, el Director del colegio de
Mantasha.

Aún solventado el problema de la escolarización en un entorno
estimulante y amigable, Mantasha seguía encontrando una barrera
más. Cuando llegaba a su hogar tenía que colaborar en las tareas de
la casa y, sin luz eléctrica, se metía en la cama nada más cenar.
Aunque quisiera hacer los deberes, o simplemente un dibujo, no
podía. El pasado abril, 100 lámparas solares SUNNAN llegaron al
colegio de Mantasha, una para cada alumna. Otros 100.000 iguales
han sido distribuidas hasta ahora en miles de colegios de cinco
estados indios.

 Lámparas solares SUNNAN

Estas lámparas forman parte de un proyecto conjunto de
UNICEF y la Iniciativa Social de IKEA. La compañía sueca IKEA
diseñó esta lámpara pensando especialmente en los países en
desarrollo, ya que está preparada para resistir el desgaste y uso
en situaciones cotidianas duras, incluyendo una batería capaz de
soportar altas temperaturas. Esta lámpara permite a los niños
jugar, leer, escribir y estudiar por la noche, aunque sus casas no
tengan electricidad.

Desde el pasado 1 de junio, hace ahora un año, por cada
lámpara solar SUNNAN vendida en las tiendas de IKEA en todo el
mundo, UNICEF recibe una lámpara solar. Los primeros envíos se
destinaron a Pakistán para ayudar a las niñas y niños que viven en
campamentos de desplazados porque han tenido que huir de sus casas
a causa del conflicto, en remotas localidades de Baluchistán y de
la Provincia de la Frontera Noroccidental. Ahora le ha tocado el
turno a India y a niñas como Mantasha.

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