Óscar Butragueño, Coordinador de Emergencias en UNICEF Pakistán: ?Sin duda, se necesita ayuda internacional, estamos recaudando fondos?
Las inundaciones en Pakistán han causado más de 1.400 víctimas mortales y más de 3 millones de personas, la mitad de ellos niños, necesitan ayuda de emergencia. UNICEF y sus aliados están enviando suministros a las regiones afectadas.
El español Óscar Butragueño, Coordinador de Emergencias
en UNICEF Pakistán, ha descrito la situación tras las
inundaciones como «muy complicada, las lluvias empezaron el 27 de
julio y no esperábamos que tuvieran la intensidad que se ha dado».
Casas, escuelas, carreteras y puentes destruidos, cosechas
perdidas, distritos completos inundados, “ la gente ha perdido sus
casas, sus cosechas, es realmente grave. Sin duda se necesita ayuda
internacional, estamos recaudando fondos».
La situación de los niños está siendo especialmente alarmante,1,5 millones han sido afectados por las lluvias y,
como explica Butragueño “probablemente hasta medio millón podría
estar en una situación difícil al haber perdido sus casas,
escuelas, y estar en una situación de peligro en el sentido de que
el agua potable a la que tienen acceso es muy limitada en este
momento». El acceso al agua potable es prioridad en el
trabajo de UNICEF en esta emergencia: «UNICEF está
trabajando para restablecer como prioridad absoluta el suministro
de agua potable, de pozos, de camiones cisternas y a través de la
distribución de pastillas de potabilización del agua». (Escuchar
declaraciones de Óscar Butragueño en el programa de radio Hora 25,
de la SER).
Necesidades cruciales
Proporcionar agua potable es prioridad
inmediata, sobre todo porque, como explica Óscar
Butragueño, «hace mucho calor en la zona afectada, la gente
necesita beber agua, están aislados, es muy fácil que la gente
acabe bebiendo agua que está contaminada».
Las redes de comunicación en muchas zonas siguen estando
interrumpidas y el acceso por carretera está limitado debido a que
los puentes, las autopistas y las carreteras están bloqueados o han
sido destruidos por las inundaciones. Por eso, aún es imposible
llegar a muchas zonas que han sido duramente golpeadas por las
lluvias.
Hasta el momento, UNICEF ha proporcionado kits de
higiene para miles de familias, depósitos de agua y galletas
energéticas; ha reparado 73 pozos de agua, lo que ha beneficiado a
800.000 personas, y ha apoyado la instalación de 24 campamentos
médicos, que podrán atender a un millón de personas. UNICEF
solicita a los donantes internacionales 10,3 millones de dólares
para cubrir las necesidades inmediatas de la población
afectada.
En la zona más afectada
En una visita aérea a la región de Khyber
Pakhtunkhwa, en las montañas del noroeste de Pakistán y
considerada la provincia más afectada por las inundaciones, el
Representante de UNICEF en Pakistán, Martin Mogwanja, pudo ver los
daños: «Las casas están literalmente nadando en el medio del agua
embarrada. Las cosechas han sido destruidas, los árboles se han
caído debido a la fuerza del agua, y las paredes de los edificios
se han derrumbado».
Durante su visita, los supervivientes pudieron relatar a
Mogwanja cómo tuvieron que trepar a los árboles o a los techos para
salvar sus propias vidas.
«Es muy difícil saber cuánto tiempo durará el esfuerzo de
recuperación», dijo Mogwanja, quien calcula que se necesitará un
mínimo de seis meses de trabajo para restablecer las instalaciones
básicas que han quedado destruidas.
Temor a nuevas inundaciones
A pesar de que las lluvias han parado en algunas zonas,
los expertos temen que se renueven, provocando nuevas
inundaciones. Además, también existe una amenaza de
inseguridad alimentaria, ya que se ha perdido gran parte de las
reservas de alimentos.
En este sentido, Óscar Butragueño explicó que «el cauce de la
crecida en el norte de Pakistán está viajando hacia el sur y está
empezando a afectar a otras provincias como Punjab, que es el
centro agrícola de Pakistán, lo cual va a tener efectos
catastróficos para el suelo». Para el Coordinador de Emergencias en
UNICEF Pakistán «esto, aunque se hayan salvado vidas, va a tener un
efecto muy negativo, ya que Punjab es el granero de Pakistán».