Declaración del Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, sobre las inundaciones en Pakistán
Ante la grave situación en la que se encuentra Pakistán tras las inundaciones, el Director Ejecutivo de UNICEF hace una declaración sobre la situación del país y la labor de UNICEF.
Madres que huyen de sus viviendas inundadas llevándose apenas
los bebés que cargan sobre sus espaldas; personas que gesticulan
pidiendo ayuda desde los techos de las casas y cobertizos, rodeados
por las aguas que siguen creciendo; niños y niñas que, acuciados
por la sed, beben agua contaminada. Aunque la tragedia
humanitaria de Pakistán ya ha adquirido dimensiones trágicas, la
grave carencia de fondos limita nuestra capacidad de salvar vidas.
Y se trata de una crisis que continúa agravándose.
El desastre provocado por las intensas lluvias monzónicas y las
inundaciones en Pakistán es de una escala inmensa. Una quinta parte
de la superficie del país se encuentra bajo las aguas, que han
destruido a su paso aldeas enteras. Más de 900.000 viviendas han
sido dañadas o destruidas por las lluvias y las inundaciones, que
afectan hasta la fecha a 15,4 millones de personas.
Para los pobladores más pobres y vulnerables de
Pakistán, las consecuencias de las inundaciones son graves. Y los
niños, que constituyen el sector más vulnerable entre los
vulnerables, son los más amenazados. A menos que el mundo responda
de inmediato, una creciente proporción de los 3,5 millones de niños
y niñas afectados por las inundaciones correrá peligro de contraer
mortíferas enfermedades transmitidas por el agua, como la
disentería, la diarrea y el cólera.
UNICEF y sus aliados suministran agua potable a unos 1,5
millones de personas por día, y ayudan a reunir a los niños
separados con sus familias. También colabora con la
Organización Mundial de la Salud para mantener a raya diversas
enfermedades que amenazan gravemente la salud mediante la
vacunación de miles de niños y niñas en centros de acogida y
campamentos, y trabaja estrechamente con el Programa Mundial de
Alimentos suministrando suplementos de nutrición de alto contenido
energético a niños y niñas menores de cinco años.
Pero ni siquiera esos esfuerzos son suficientes para satisfacer
las demandas actuales de millones de familias desplazadas. Y debido
a que las aguas siguen creciendo, a que continúa la evacuación de
damnificados y a que se pronostica que seguirá lloviendo, aumentan
hora a hora las probabilidades de que se produzca una tragedia aún
peor que la actual.
La necesidad de apoyo mucho mayor que el actual no podría ser
más urgente. Si contamos con un apoyo significativo y sostenido,
una vez que hayamos logrado satisfacer las necesidades más
apremiantes podremos ayudar a reconstruir escuelas, restaurar la
infraestructura y volver a instaurar medidas de protección de la
infancia. Pero antes, debemos seguir salvando vidas.
UNICEF hace un llamamiento a la comunidad mundial de donantes
para que nos ayude a proteger a los niños y niñas de Pakistán y a
garantizar que las inundaciones que han destruido sus hogares no
destruyan también su futuro.
Anthony Lake
Director Ejecutivo UNICEF