Somalia: los niños desplazados se sienten seguros si van a la escuela
En el sur y el centro de Somalia, casi 2,3 millones de niños tienen entre 5 y 17 años de edad. En plena emergencia, con una llegada masiva de desplazados, una de las principales prioridades de UNICEF es garantizar la educación de los niños.
«La educación es un componente fundamental de cualquier
respuesta de emergencia», afirma Rozanne Chorlton, Representante de
UNICEF en Somalia. «Las escuelas proporcionan un lugar
seguro para que los niños vengan aaprender, y para garantizarlesacceso al agua potable, elsaneamiento y otros serviciosvitales».
«Somalia tiene una de las tasas de
matriculación más bajas del mundo, ya que antes de la
crisis asistía a la escuela menos del 30% de los niños», afirma
Lisa Doherty, Oficial de Educación en Emergencias de UNICEF en
Somalia. «Estamos anticipando cifras aún peores una vez que las
escuelas traten de volver a abrir en septiembre, pero si activamos
nuestra respuesta de emergencia podemos cambiarlo», añade.
No obstante, la situación es complicada, sobre todo por la
llegada en masa de los niños a los campamentos de desplazados deMogadiscio, la capital. Esto hace temer que si no
se adoptan medidas inmediatas, varios miles pueden perder el nuevo
año escolar que comienza este mes.
El acceso a las escuelas, prioridad de UNICEF
El grupo de organizaciones que coordina el trabajo en educación
en Somalia, dirigido por UNICEF y Save the Children, evaluó las
condiciones en 589 escuelas. Los resultados
indican que se necesitan más programas de alimentación escolar,
materiales didácticos, incentivos para los maestros y otros
espacios de aprendizaje para asegurar que los niños tengan acceso a
la educación.
También es necesario establecer espacios temporales de
aprendizaje en los campamentos para personas desplazadas y
las comunidades locales, y para proporcionar instalaciones
de agua y saneamiento, material escolar
básico y suministros de recreación a
435.000 niños, e incentivos para 5.750
profesores.
Los niños de la escuela Wabari
A la escuela Wabari, que se encuentra en un campamento para
personas desplazadas en Mogadiscio, acuden 200
niños. «Un centenar vienen al turno de mañana y el resto al de
tarde. Hay muchos más niños en edad escolar en este campamento,
pero sólo podemos atender a 200».
«En muchas de las regiones, tenemos miedo que los maestros no
regresen una vez que se reabran las escuelas, ya que ellos mismos
han tenido que emigrar con sus familias», afirma Doherty. «Vamos a
tener que contratar y capacitar a nuevos maestros, probablemente
muy pronto, para cubrir los vacíos».