Dona 1 día: los 1.000 días críticos
Por Isabel Tamarit, Técnico en Seguimiento de Objetivos del Milenio de UNICEF España
La desnutrición infantil no es simplemente un problema global o una cuestión a debate, la desnutrición infantil tiene cara y nombre: la de los casi 200 millones de niños y niñas menores de cinco años que sufren desnutrición crónica en los países en desarrollo y la del 13% de niños y niñas menores de cinco años que sufren desnutrición aguda y están en riesgo de muerte.
Prevenir la desnutrición es
posible y es efectivo. En
UNICEF trabajamos activamente para lograrlo con
acciones concretas que se desarrollan durante los “1.000
días críticos” en los que se produce el desarrollo
básico del niño: el embarazo y los dos primeros años
de edad del niño, ya que estos niños ven comprometido su desarrollo
físico y cognitivo si no se actúa antes de que cumplan dos
años.
Algunas actuaciones, como es el aporte de vitaminas y
minerales (esenciales para reducir el desarrollo de
enfermedades crónicas e incluso mortales), se desarrollan durante
todo el periodo.
La lactancia materna -temprana (en la primera hora
del nacimiento del bebé), exclusiva durante sus primeros seis meses
de vida, o complementaria a partir de esa edad-,
es también prioritaria dado que proporciona todos
los nutrientes necesarios para los niños,estimula su sistema inmunológico y lesprotege de enfermedades
mortales.
Pesar y medir al bebé cuando nace y durante sus primeros años
para controlar su crecimiento es una “señal de alerta”
significativa para poder detectar problemas nutricionales.
Pero la desnutrición no es sólo resultado de laingesta insuficiente de alimentos (en cantidad y
calidad), sino también de la inadecuada atención y
de las enfermedades infecciosas.
Por eso, durante los 1.000 días, las actuaciones amplían su campo
de acción, e incluyen algunas encaminadas a promover cambios en el
entorno socio cultural de los niños, como por ejemplo fomentar el
hábito de una alimentación saludable, demedidas de higiene (como es el lavado de
manos con jabón) o la educación (sobre todo a
madres y jóvenes) sobre las causas y consecuencias de la
desnutrición.
Otras actuaciones se dirigen a prevenir la diarrea, la
transmisión del VIH/SIDA, la malaria (por ejemplo a través de
la “simple” distribución de mosquiteras tratadas con insecticidas)
u otras enfermedades infecciosas.
Pero… ¿y si el niño ya sufre desnutrición aguda? También es posible
tratarla de manera rápida y efectiva. La actuación se centra
en el suministro de alimento terapéutico listos para usar, que
tienen un elevado valor energético. La desnutrición tiene
solución, y UNICEF trabaja para alcanzarla.
¡Únete a nuestra campaña Dona 1 día y
ayúdanos a prevenir la desnutrición infantil!