Busan: el nuevo panorama de la Cooperación al Desarrollo

Por Isabel Tamarit, Técnico en Seguimiento de Objetivos del Milenio de UNICEF España

El pasado 1 de diciembre concluyó en Busan (Corea) el  4º Foro de Eficacia de la Ayuda. Un encuentro de tres días que reunió a varios Jefes de Estado, al Secretario General de Naciones Unidas, y a más de 2.500 delegados de 150 países con el fin de revisar la efectividad de la ayuda al desarrollo.

En Busan se reafirmó el compromiso de la comunidad
internacional con la  cooperación al desarrollo
como  elemento indispensable en la lucha contra la
pobreza
, el desarrollo sostenible y elcrecimiento equitativo.  

Se ha incidido especialmente en algunos retos pendientes para
alcanzar los Objetivos del  Milenio, y para
seguir avanzando una vez se supere la “barrera” de 2015; mejorar la
transparencia en la información (lo que va a obligar a UNICEF a
seguir avanzando en este frente),  exigir rendición de cuentas
mutua entre donantes y receptores, o  alinear la ayuda 
con las prioridades de los países en desarrollo, son algunos de
ellos.

Otros aspectos como el empoderamiento de la
mujer,
  el apoyo a estados frágiles o
fallidos
, o el papel de los organismos
multilarerales
(focalizándose en aquellas que “lo están
haciendo mejor”, y  reforzando la coordinación  y
rendición de cuentas entre ellos a todos los niveles (nacional,
regional y global), están también enfatizados en la declaración
final de este Foro.

Aparición de nuevos  donantes como Brasil, India o
China

Sin embargo, el panorama  ha cambiado enormemente a lo
largo de los 60 años de historia de la Cooperación
internacional
; la aparición de nuevos donantes
como Brasil, India o China
(que  al mismo tiempo se
mantienen como  países  receptores de ayuda), o el papel
cada vez más relevante del sector privado, son sólo una pequeña
muestra de ello.

Quizás por eso en Busan se ha modificado el paradigma del
discurso y se habla ya de “desarrollo efectivo”, y no sólo de
“ayuda efectiva”.  Un desarrollo que debe basarse en el
crecimiento económico inclusivo y sostenido, en la lucha contra el
fraude y la corrupción  y en el aporte de estos nuevos
socios.  Para todo ello se propone crear un nuevo
“partenariado global de desarrollo” que recoja esta diversidad y
que  asegure la implementación de los acuerdos de
Busan en el nivel político y global
.

¿Podemos sentirnos satisfechos con este resultado? Como siempre
hay luces y sombras. El documento final está plagado de
términos que desvinculan a los nuevos donantes del Sur de su
obligación de cumplir con estos compromisos
. Queda también
por ver cuál va a ser el cometido y capacidad real del nuevo 
“partenariado global de desarrollo”, y qué papel va a jugar en él
el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

UNICEF ha estado muy presente en toda la discusión, y no cabe
duda que este Foro abre las vías de un trabajo todavía más profundo
y coordinado con el resto de las agencias de NNUU en  favor de
los niños de nuestro planeta, y particularmente de los más
vulnerables.

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