Mauritania: evitar una catástrofe para los niños

En Mauritania, cada año hay un periodo de escasez entre la temporada de lluvias y  las nuevas cosechas. Durante esta época, las madres luchan por alimentar a sus hijos. Sin embargo, el pasado año no llovió y la temporada de escasez ha llegado tres meses antes.

Sin lluvia no hay pasto para alimentar al ganado, las cabras
producen menos leche para alimentar a los niños y de los pocos
cultivos, solo crecen la mitad. La mayor parte de los hombres e
hijos mayores están dejando sus casas para buscar mejores tierras o
algo de trabajo.
UNICEF estima que en todo el Sahel más de un millón de
niños están en riesgo de desnutrición aguda grave
, y
podrían morir si no se actúa rápidamente. La esperanza del gobierno
y de las agencias humanitarias es poder responder con urgencia para
evitar la hambruna, el agravamiento de la pobreza y el
desplazamiento de la población.

El banco de granos

Mauritania, que tiene el doble del tamaño de Francia, es uno de
los países menos poblados del mundo, con 3,4 millones de
personas
.
La región Hodh Gharbi es actualmente elhogar de los pastores nómadas. Los cadáveres de
los animales muertos bordean el camino. La pérdida potencial del

ganado,
estimada en un millón de camellos, un millón de vacas y más de 15
millones de cabras y ovejas, podría ser devastadora para los
hogares y para la economía del país. La región es una gran
proveedora de carne a las áreas urbanas.
En esta región se encuentra Ahmed Ould Aida, Coordinador del
Programa Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutrición, fundado por
el Gobierno español e implementado por el gobierno de Mauritania
junto a UNICEF y otros aliados. Aida muestra el nuevo esquema con
el que trabajan cuatro agencias de la ONU, entre las que se
encuentra UNICEF,  para coordinar la inversión en seguridad
alimentaria y nutrición que ha llegado a 36 aldeas en los tres
últimos años: el banco de granos.
La idea no es nueva. Cuando la gente tiene grano extra, lo llevan
al centro de almacenamiento de la comunidad y lo venden al precio
del mercado. De esta manera, el grano se guarda como una garantía
para la época de escasez. La comunidad ha organizado también unsistema de microcréditos que ofrece una red de
seguridad para las familias que se encuentran con dificultades.

Las comunidades locales no pueden sobrevivir sin ayuda

El centro de salud local, apoyado por UNICEF, cuenta con
vacunas, medicamentos básicos y alimentación terapéutica para
tratar a los niños que sufren desnutrición, tal y como explica
Ahmed Ould Aida.
Además, según su testimonio, se está realizando una tarea de
sensibilización que explica la importancia de la lactancia materna
exclusiva para combatir la desnutrición, con lo que la lactancia se
ha disparado hasta el 85% en la región. Pero esto no es suficiente
y las familias se están quedando sin alimentos.“Tenemos una
emergencia y las comunidades locales no pueden sobrevivir sin más
ayuda”, añade Aida.

Necesidad de respuesta inmediata

Lucia Elmi, Representante de UNICEF en Mauritania, resume los
tres desafíos inmediatos para dar respuesta a esta situación:logística, seguridad y capacidad humana.
A las propias peculiaridades del país, de una gran magnitud y con
una población muy dispersa, la respuesta humanitaria se enfrenta a
un gran desafío: el nuevo conflicto en Malí. Desde finales de
enero, más de 10.000 personas han cruzado a Mauritania.
“No hay duda que será difícil llegar a todos los niños en un país
tan grande y con una población tan dispersa. Pero si nuestra
responsabilidad y mandato es asegurar que cada niño cuenta, es
fundamental que respondamos ahora, especialmente para llegar a los
más pobres y los más vulnerables”, afirmó Elmi.

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